La blefaritis es una de las patologías más comunes que afectan la salud ocular. Se desarrolla provocando una inflamación en los párpados y en la línea de donde nacen las pestañas, donde también se encuentran las glándulas de Meibomio. Como consecuencia de la inflamación, la zona puede presentar hinchazón y enrojecimiento. Esto se produce por la inflamación de las glándulas y el exceso de bacterias (llamadas demodex). La blefaritis se ha convertido en una de las principales razones de la consulta oftalmológica, en este artículo veremos cómo prevenir la blefaritis , para tener una salud visual optima.
Aunque no es una enfermedad que afecte directamente al ojo, los síntomas de la blefaritis pueden ser muy molestos. Algunos de los síntomas son: enrojecimiento, sensación de ardor, comezón y sensación de arenilla o cuerpo extraño dentro del ojo.
Si bien la blefaritis es una afección crónica, existe la posibilidad de prevenirla, así como detectarla a tiempo y tratarla.
Consejos para prevenir la blefaritis
Prevenir esta patología es una tarea sencilla si se presta especial atención a la higiene. Es importante tener y cumplir una rutina de limpieza y cuidado diarios. A continuación, veremos en detalle todas las recomendaciones que hay que tener en cuenta para evitar padecer blefaritis.
Higienizar los párpados a diario
Realizar la misma rutina de limpieza todos los días es clave para prevenir la blefaritis. Si tienes tendencia a sufrir los síntomas de esta enfermedad, es aconsejable lavarse los párpados entre dos y tres veces al día.
Para hacerlo correctamente, es importante mantener los ojos cerrados durante todo el proceso de higienización para no irritar los ojos. Otro aspecto importante es que la limpieza sea con agua tibia y movimientos muy suaves.
Si la blefaritis ha provocado un exceso de costras en la base de las pestañas, puedes utilizar jabón para bebés o jabón suave para ayudar a retirarlas con cuidado sin afectar los ojos. Al hacerlo, debes tener cuidado de no frotar demasiado fuerte. La piel de los párpados, de por sí, ya es una zona delicada, de modo que cuando está inflamada lo es aún más.
Utilizar un limpiador de párpados
La limpieza de los párpados es fundamental, pero debes hacerlo con una formula ideal para esta delicada área de la piel, Recuerda que debes hacerlo de forma muy suave, de adentro hacia afuera y de arriba hacia abajo. No presiones, ni restriegues, de esa forma solo lograras lastimas tus piel.
Puede utilizar un limpiador de párpados y pestañas como I lab Clean, su fórmula a base de tea Tree ayuda a desinflamar y a mantener humectada esta delicada zona de tu rostro.
Utilizar compresas calientes
Si padeces de una blefaritis leve, puedes aplicar compresas mojadas con agua caliente sobre los párpados con los ojos cerrados. Esto ayudará a reducir la hinchazón y el enrojecimiento.
Es importante que uses una compresa diferente para cada ojo y que las cambies cada vez que realices el procedimiento.
Colocar una toalla húmeda sobre los párpados una vez al día y dejarla reposar unos minutos también puede ayudar a remover las costras sin arrancar pestañas.
Reducir el uso de maquillaje para prevenir la blefaritis
Utilizar maquillaje en párpados y ojos puede empeorar la inflamación. Puede parecer una obviedad, pero es aconsejable no compartir productos de belleza con otras personas.
En períodos donde la inflamación se ausente, es recomendable cambiar el maquillaje de manera frecuente. Los productos líquidos como la máscara para pestañas y el delineador líquido, fomentan la formación de bacterias propias de la blefaritis.
Utiliza pomadas con antibióticos
Siempre y cuando tu médico oftalmólogo te lo recomiende, puedes usar pomadas que contienen antibióticos para disminuir los síntomas.
Este producto se usa, especialmente, en casos de blefaritis más severos. Se debe aplicar con mucho cuidado tantas veces como el médico lo indique.
No te frotes los ojos
Puede resultar difícil, pero cuando sufres de patologías oculares es fundamental que no te rasques o frotes los ojos.
Si tienes que hacerlo, asegúrate de lavarte bien las manos antes de tocarte los ojos. Además, tienes que prestar atención a no tocarte los párpados si antes te has tocado la nariz. Los orificios nasales suelen albergar bacterias que pueden desencadenar en blefaritis.
Evita la exposición al humo
Exponerte de manera directa al humo, así como a otros agentes contaminantes presentes en el aire, no es beneficioso si padeces blefaritis. Estos químicos pueden provocar la reaparición de síntomas en aquellas personas que tenían la enfermedad latente.
Por último, recuerda que para prevenir, no hay mejor remedio que hacer visitas periódicas al oftalmólogo. No dudes en acudir al oftalmólogo si presentas algunos de los síntomas u otras molestias oculares.
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